Entrevista en The Crafty Days el primer diario de artesanía en catalán. Puedes ver la entrevista en original haciendo click aquí.
Natalio Martín: “Los zapatos te dicen muchas cosas y, a menudo, sorprenden para bien o para mal”
Era muy pequeño cuando eligió sus primeros zapatos, una decicisón que le marcó el futuro. Y es que su pasión por este objeto cotidiano y el gusto por la moda lo llevaron, con el paso del tiempo, a trabajar primero como editor de varias publicaciones de moda y después a diseñar y crear artesanalmente sus zapatos 100% ‘*handmade’. Ahora, unos cuántos años más tarde, diseña zapatos por niños y adultos y hace cursos desde su taller del barrio de Gràcia de Barcelona. Él es Natalio Martín, el alma de Baby Shoes Barcelona.
Per Vanesa Carrasquilla Fotos: Lydia Cazorla
Tú eres de Córdoba, pero ya hace unos cuántos años que estás en Barcelona. ¿Cómo fue este cambio de vida?
Vine hace 5 años. Trabajaba en el mundo de la comunicación y quería profesionalizarme y meterme en el mundo de la moda. Vine aquí y llamé a muchas puertas hasta que encontré trabajo como editor de moda. Mientras tanto, compaginé el tema editorial con el taller, puesto que encontré un estudio donde me enseñaron a hacer zapatos. Empecé haciendo zapatos más básicos y después me especialicé algo más y al final me monté mi «chiringüito» con mucho de esfuerzo . Con la crisis, la editorial hizo aguas y decidí dar el salto. Cuando lo hice ya hacía trabajos propios e incluso, había presentado colecciones propias y colaborado con diseñadores de moda para pasarela.
Pregunta de rigor… ¿Y por qué zapatos?
A mí la moda en general me llamaba mucho la atención, pero los zapatos eran para mí un objeto muy especial y desde muy pequeño ya me gustaban.
Cuando trabajaba todavía en Andalucía, en los medios de comunicación, hubo un verano en que estuve a punto de dejarlo todo para ir en Alicante a aprender en un instituto de calzado. Pero al final no lo hice porque eran tres meses y lo tenía que dejar todo y en aquel momento dirigía una revista. Me pareció muy arriesgado y no lo veía muy accesible. Aquí, en cambio, empecé desde cero, comencé a trabajarlos de manera artesanal….una cosa llevó a la otra y aquí estamos.
Debes de tener la casa llena de zapatos…
Tenía muchos, pero después de varios cambios de piso he ido perdiendo la afección por las cosas materiales, entre ellas los zapatos. Ahora me hago algunos, sobre todo sandalias para el verano.Cada par que sale de tu taller está hecho a mano. Cuál es el proceso creativo que sigues?
La mayoría de gente que hace calzado empieza dibujando. Yo tengo una memoria bastante fotográfica y cuando me imagino algo lo veo muy claro y de aquí paso directamente a trabajar la forma, a dibujar y probar materiales. Es como el drapping de la costura, que consiste a trabajar sobre un busto (pero en mi caso, sobre la horma).Y el público puede venir y encargarte un par de zapatos en concreto?
Sí. Es más complicado que con el diseño de vestidos, pero se puede hacer. Cuando el cliente viene con una idea, siempre acaba variando un poco porque nos tenemos que adaptar a los materiales que hay al mercado. También se tiene que tener en cuenta la anatomía del pie, etc. La gente que viene normalmente siempre me pide zapatos un poco especiales.
¿Que crees que busca la gente que te encarga un par de zapatos?
Normalmente buscan algo especial. Además de la comodidad y la calidad, buscan algo diferente. Es gente que valora mucho los zapatos y quieren una joya para su armario. He tenido chicos que para su boda me han pedido un diseño muy particular o chicas que siempre habían querido unos zapatos como los de aquella película que tanto los gusta.Pero además de eso, también colaboras con diseñadores a quienes los haces los zapatos para sus colecciones…
Sí, he hecho bastantes colaboraciones con diseñadores de moda como Miguel Vizcaíno, Selim de Somavilla o Moisés Nieto, entre otros. Para hacer un encargo así, primero me gusta ver la colección, porque además de la información que me pueda dar el diseñador, hay que trabajar con ellos el concepto que quieren transmitir puesto que acostumbra a ser bastante abstracto.
Me gusta ver el estilo de la ropa, los tejidos, los colores… Esto me inspira y, a partir de aquí y con las guías de los diseñadores, desarrollo un prototipo y después hago todos los pares que saldrán a la pasarela.
Están los productos artesanales reñidos con el diseño y las tendencias?
No. Yo he mamado mucha moda y lo realmente interesante es que estas dos vertientes (artesanía y diseño), se puedan desarrollar de manera conjunta. Es cierto que el zapato artesanal siempre ha sido un producto más clásico con modelos tipos Oxford con cordones que necesitan horas y horas y horas de trabajo. En cambio, los zapatos de mujer son algo más sencillas de composición, pero la dificultad se encuentra en el diseño. Por eso, los artesanos de zapatos se han dedicado generalmente a los zapatos de hombre.
Una de tus especialidades, son los zapatos de bebé…
Fue muy curioso como empecé porque fue una época que no tenía espacio para trabajar. Todavía no me dedicaba a esto al cien por cien, pero quería seguir haciendo cosas y las hacía en casa, pero era un «show» porque no cabía. Y gracias a mi cuñada de Sevilla, que empezó a hacer zapatos de fieltro para niños, pensé que sería una buena idea iniciarme en el diseño de zapatos para bebés. Y así empecé.
De hecho, haces talleres para enseñar a hacer zapatos para niños.
Sí, empecé a hacer talleres en mi estudio y fue un éxito total y de ahí como empezaron los cursos en Madrid, Sevilla, Málaga… Ahora hago talleres mensualmente y siempre voy cambiando y haciendo cosas nuevas para adaptarme a la moda y las tendencias.
Una de las novedades de este año es el curso de slippers, que dura cuatro sesiones. Está dirigido a aquella gente que ya tienen por la mano la técnica y quieren hacer un zapato más sofisticado. El año pasado con el buen tiempo hicimos mucha sandalia y cuñas de esparto y este año, como la moda manda, nos enfocamos en las flatforms, un tipo de calzado muy cómodo para las mujeres y las tradicionales espadrilles (para chicos y chicas).
¿Y la gente es mañosa a la hora de hacer zapatos?
Súper mañosa. Es verdad que intento hacer un curso que sea muy sencillo y diferente. Además, son intensivos y para poder hacer un zapato en una mañana se tiene que tener todo muy muy preparado porque la gente lo pueda desarrollar. Muchos alumnos repiten.
Entonces cada vez que conoces alguien le debes de mirar los zapatos…
Sí, porque me da mucha información. Es como aquel que mira las manos o el corte de pelo o la ropa… De hecho, es un objeto que no se acostumbra a regalar porque es tan particular, que incluso, es arriesgado. Puedes ver a alguien muy bien vestido y miras los zapatos y piensas “como puede llevar estos zapatos!” o tener la sensación contraria.
Los zapatos te dicen muchas cosas y, a menudo, sorprenden para bien o para mal.
En general, ¿dirías que vestimos bien nuestros pies?
Llevamos muchos zapatos de mala calidad, sobre todo, porque hemos visto como las tiendas de ropa de gran consumo sacaban colecciones de zapatos. Un ejemplo son las bailarinas, las chicas van por la calle con los pies destrozados! Y hay muchos zapatos mal hechos y mal acabados. Hay mucho Made in China. Es verdad que hay zapatos allá que están muy muy hechos, pero hemos importado las de peor calidad.
Yo entiendo que alguien vaya a las rebajas y se compre una falda por 6€, le quedará mejor o peor, pero lo entiendo. ¿Pero unos zapatos por 6€? Tenemos que mirar por la salud de nuestros pies. Es como aquel que deja de fumar y después se compra unos zapatos de 6€… No te echarás a perder los pulmones, pero te dañarán los pies….y eso también es salud.
(Traducción by Baby Shoes Bcn)
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BABY SHOES * BCN 